Aprovechando el puente del primero de Noviembre, realizamos una escapada a Sarlat-la-Canéda, donde pudimos apreciar la mezcla de casas medievales con edificios renacentistas y otros más modernos, y cantidad de rincones, escalinatas y plazas.
Es llamativo el color miel de la piedra de sus edificios medievales y el color berenjena de alguno de sus tejados (que además están hechos de piedras planas colocadas unas sobre otras).
No deja de llamar la atención la presencia del bosque hasta en la misma ciudad. Era imposible mirar por encima de los edificios sin encontrar nuestra vista con los múltiples tonos de color del bosque otoñal.
La belleza del casco antiguo de la ciudad reside en ese gusto con que han sabido mantener el equilibrio entre edificios del siglo XII hasta otros mas modernos pero con una estética en armonía.
Maison de la Boétie.
Principios del siglo XVI con estilo renacentista italiano
La catedral de Saint Sacerdos
Fue construida entre los siglos XVI y XVII y debe su origen a la abadía benedictina en torno a la cual se desarrolló la ciudad. La fachada es románica en su totalidad, coronada por una flecha con base en forma de bulbo que los habitantes de Sarlat llaman casso-graulo.
La catedral dispone de un órgano del siglo XVIII.
En el exterior de la catedral existen un par de patios que pertenecían a la antigua abadía. En uno de ellos se puede encontrar la Chapelle Saint Benoit ou des Pénitents Bleus, antigua capilla benedictina del siglo XII.
En la parte trasera de la catedral pueden verse los restos del cementerio de los canónigos, con varias tumbas excavadas en la piedra.
Y ya arriba del todo, la Tour Saint Bernard o Lanterne des Morts, la torre cónica del cementerio que fue construida para conmemorar los sermones de san Bernardo en Sarlat en agosto de 1147.
El mercado
Uno de los mejores mercados de Francia se celebra cada sábado en la plaza de la Liberté. Sarlat es el centro del comercio nacional del foie-gras y de las nueces. También se pueden encontrar quesos, con todo tipo de formas y colores y una enorme variedad de embutido, que puede ser cocido, fresco, ahumado, curado …
En nuestra estancia en Sarlat nos coincidio con dia de mercado, lo que hizo que la belleza arquitectonica de la ciudad pasase a segundo plano, mientras pudimos disfrutar de ese ambiente de calle, donde la gente va de puesto en puesto, a veces curioseando, como turistas, a veces buscando ese producto en concreto, un foi-gras de oca, un queso, …
El mercado crea un ambiente especial en la ciudad, vale la pena coincidir, y pasear por los puestos probando en cada uno de ellos esa prueba del producto que se ofrece, sea foie-gras de pato o de oca, sea un pastel de nueces, uno de los tipos de queso, … A la hora de comer (importante, en Francia, ir a comer a las 14 horas es tarde y te encuentras que hay restaurantes que no te atienden o te explican que «ya están llenos») las mesas colocadas a lo largo de las calles se llenan de comensales degustando alguno de los menús que por diferentes precios se ofrecen.
Sarlat al anochecer
Volvimos al día siguiente, al anochecer, ya sin el ambiente del mercado, y no por eso dejamos de disfrutar de un ambiente callejero de terrazas, que aunque tendía a desaparecer a medida que oscurecía, la belleza de los edificios de la Sarlat nocturna no desmerece en nada a la Sarlat diurna.
La Église de Sainte Marie, antigua parroquia de Sarlat, dañada por los revolucionarios, ha perdido el ábside y ha sido restaurada en 2001 por Jean Nouvel. En su interior se sitúan puestos con productos típicos de la zona.
Mas informacion:
Google Maps
Wikipedia
Oficina de Turismo de Sarlat
Hotel Ibis Sarlat
Sophie Noellet, pintora de Sarlat
