Después de recorrer los 5 Km. que separan La Roque-Gageac de Beynac-et-Cazenac a través de campos llenos de nogales, árbol característico de la zona nos encontramos en la cima del acantilado con el bonito Castillo de Beynac, utilizado como escenario de películas como Juana de Arco (Luc Besson, 1999). El castillo se encuentra en fase de restauración por lo que no es posible visitarlo en su totalidad. Además el propietario del mismo dispone de zonas para su uso privado.
Recorremos las calles de este pueblo resultado de la unión en 1827 de las poblaciones de Beynac y Cazenac cuyas calles, a excepción de la carretera paralela al curso del río Dordoña, suben en cuesta invitando a subir a la cima donde se sitúan tanto la fortaleza como el pueblo medieval.
La capilla construida en el siglo XIII y a la que se le han añadido elementos en el siglo XVII, se encuentra en los terrenos del castillo y se puede acceder a ella a lo largo del primer recinto norte. Actualmente se usa como iglesia parroquial habiendo misa cada domingo.
A la izquierda de la iglesia corre el Dordoña, antigua frontera entre Francia e Inglaterra en el siglo XIII.
Entramos al castillo por la puerta del segundo recinto, construido en el siglo XII, previo pago de la entrada.
La torre del homenaje del siglo XII era la vivienda del señor en la parte superior y de su familia en los niveles inferiores.
En el interior de la fortaleza, podemos apreciar las letrinas del siglo XIII, la sala medieval que fue retocada en el siglo XVII, con la apertura de grandes ventanales para convertirla en la Sala de Reunión de los Estados del Périgord. Además en el recorrido por el castillo se pueden contemplar diversas salas decoradas.
Saliendo de la Sala de los Estados se llega hasta las escaleras del siglo XVI, reconstruidas enteramente en 1902, y subiendo sus escalones se alcanza el nivel superior del castillo donde se hallan las terrazas y las torres.
Es admirable la vista existente desde las terrazas, tanto del pueblo situado debajo como del curso del río.
Llama la atención la torre cuadrada cubierta de «lauzes» (piedras planas). Esta forma de tejado se puede encontrar en otros edificios del Périgord.
Descendiendo las escaleras se llega al patio interior, encargado de recoger el agua de lluvia proveniente de las terrazas y que alimentaba las cisternas, único modo de abastecerse. En uno de los laterales del patio interior se aprecian unas escaleras de tipo florentino, siglo XVII, que permiten el acceso a diferentes salas y que actualmente se encuentran ocupadas por el propietario del castillo. Una rampa lleva desde el patio a la antigua cocina del siglo XII.
Saliendo de la cocina al exterior se encuentra el puente levadizo, que al levantarse cerraba la única entrada de castillo en el siglo XIII.
Saliendo al exterior de la fortaleza pudimos pasear por el pueblo medieval disfrutando de una mañana soleada mientras caminábamos por sus calles entre casas de piedra.
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